Cuando se habla de la República Checa, en primer lugar se cita a Praga, su preciosa capital. Sin duda alguna, la visita a Praga es una cita imprescindible si se viaja a esta nación centroeuropeo, mas no es el único aliciente de la República Checa. Sobresalen otras ciudades como Brno, Karlovy Vay, Pilsen y Marienbad, junto a su paisajes de media montaña como los Montes Gigantes.
La República Checa pertenece a la Unión Europea lo que facilita muchísimo el turismo europeo. Se divide en dos grandes zonas: Bohemia, en la zona occidental, y Moravia, en el lado oriental.
Ciudades:
Praga es uno de los primeros destinos turísticos de Europa. Se la conoce como la “ciudad de los cien mil tejados”. Merced a sus torres y a sus esculturas góticas, el puente Carlos es uno de los más originales de toda Europa.
En el “barrio pequeño”, la plaza Malostranske abre la puerta a otro barrio, el Hradcany: palacio, castilla real y la catedral de San Vito. Después de atravesar el puente de San Carlos se accede a la plaza de la Ciudad Vieja y a la plaza Wenceslao. Asimismo, se puede visitar el barrio judío y los museos de Praga.
Además, Brno sobresale por la fortaleza de Spilberk y su antigua catedral de San Pedro. En Pilsen, se puede contemplar el ayuntamiento y su Museo de la Cerveza. En Karkovy Vary destaca su castillo; y finalmente en Marienhad se puede disfrutar con los palacios rococós, los parques y las fuentes.
Monumentos:
En Cesky Krumlov llama la atención su castillo renancentista y sus casas medievales. En Karlstejn sobresale la gran torre del castillo del siglo XIV. Otros monumentos interesantes sson las casas góticas y barrocas de Cheb; la bóveda de la catedral de Santa Bárbara y el palacio real de Kutna Hora; la columna de la Santísima Trinidad en Olomuc; y el Monumento de la Paz en Austerlitz.
Paisajes:
LosMontes Gigantes invitan al senderismo en verano y al esquí alpino en invierno. Además, se pueden visitar los acantilados de Prachov que muestran formas increíbles, y la Reserva de Soos, de donde emana gas carbónico proveniente de su antigua actividad volcánica.
Compras:
En Bohemia resulta casi imposible no comprar cualquier objeto de cristal. Asimismo, en la República Checa, se pueden adquirir juguetes de madera, marionetas, cerámica y unas de las cervezas más reputadas del mundo en Pilsen.