El Ayuntamiento de Roma ha puesto en marcha un proyecto para prohibir que los coches circulen por el entorno del anfiteatro romano, el famoso Coliseo. De este modo, el nuevo alcalde de Roma, Ignazio Marino, ha puesto en liza este sistema con el fin de seguir con la recuperación de este icono de la historia de Roma.
Desde este mes de agosto ya no se ven coches ni autobuses turísticos en los alrededores del mayor anfiteatro de la antigua Roma. Las nuevas medidas emprendidas por el Ayuntamiento de Roma inciden en su singular visión para salvar el Coliseo al mismo tiempo que la creación de un amplio parque arqueológico en torno al Foro. Cada año, más de seis millones de visitantes visitan el Coliseum para poder ver esta impresionante construcción del siglo I.
Desde hace bastante tiempo las vallas circundan el monumento por las obras en una línea de Metro que pasa por el Coliseo y por el mismo Foro. Asimismo, un tráfico atronador circunda este delicado edificio, que precisa con urgencia una rehabilitación completa.
El alcalde Marino busca hacer de la cultura y del medioambiente su carta de presentación en la capital de Italia e inclus aunque tenga en contra a los comerciantes que temen seriamente por sus ingresos. El presupuesto de limpiar y garantizar la preservación del Coliseo supera los ocho millones de euros.
No obstante, el recorte en circulación rodada no se va a limitar a esta área concreta. En una segunda fase se luchará más ampliamente contra el tráfico, toda vez que la mitad de la calle que une el Foro a la plaza Venecia solamente va a poder ser transitada por autobuses o taxis , no se permitirá pasar a coches privados.
Por último, en una tercera fase se ampliará la acera para los peatones, pasando de tres a seis metros en la Via dei Fori Imperiali. Todo ello para favorecer pasear al lado del Coliseo y alejar lo más posible al tráfico rodado.
