Zakopane, la capital de invierno de Polonia

Zakopane, fundada en 1578,  es una ciudad turística de montaña situada en el sur de Polonia,  en la región de Podhale, a los pies de las montañas Tatras. Esta cordillera  es la más alta de los 1.000 kilómetros de los montes Cárpatos, cerca de la frontera con Eslovaquia. Se puede llegar a Zakopane en tren o autobús desde Varsovia o Cracovia.

Zakopane es igual de popular en verano como que en invierno, si bien en la época invernal adquiere un tono especial. Durante las dos temporadas, la población aumenta de 30.000 a más de 100.000 habitantes. Es un lugar ideal tanto para las actividades al aire libre como para una relajada contemplación de la naturaleza.

El símbolo de Zakopane es el szarotka, una resistente y pequeña flor blanca (más conocida como edelwiss), que crece en todas partes y soporta cualquier clima.

La principal actividad en verano es el senderismo por las montañas del magnífico parque nacional de Tatras, con sus muchos picos y praderas alpinas. Aquí se pueden ver gran variedad de aves y animales, incluso el extraño oso pardo. Además,  alzándose sobre el pueblo está la Giewont, una montaña en forma de gigante dormido, coronada por una enorme cruz.

En invierno, Zakopane dispone de excelentes pistas de esquí, con cuatro zonas esquiables principales y más de 50 telesillas para trasladarse de pico a pico. También hay numerosos y animados entretenimientos para después del esquí.

Por otro lado, Zakopane es la capital del folclore del Podhale, una zona culturamente distinta en la que los montañeses nativos siguen vistiendo sus coloridos trajes locales. La cultura montañesa se extiende a su comida, entre la que destaca el queso de oveja ahumado (oscypek), que se moldea con distintas formas.

Por último, hay que visitar el museo de las montañas Tatras, el monte Gubalówka y el lago Morskie Oko. Sin duda, Zakopane sorprenderá y maravillará al visitante.

Foto vía Experience Poland

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