Polonia cuenta con lugares inolvidables. Se trata de un país que merece mucho la pena visitar, disfrutar y vivir. Uno de los sitios más destacados es el Parque nacional de Bialowieza. Se encuentra situado a unos 200 kilómetros al este de Varsovia, en la frontera con Bielorrusia, donde también hay zonas protegidas.
El Parque nacional de Bialowieza es uno de los últimos bosques vírgenes de Europa, un vestigio de la selva virgen que antiguamente cubría gran parte de la llanura europea, y fue en el pasado uno de los lugares favoritos para cazar de los reyes de Polonia y la antigua residencia del zar Nicolás I, en el parque del palacio.
La Unesco declaró a este parque Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad debido a su gran importancia y belleza. No se puede acceder al parque sin un guía oficial. Además de disfrutar con el parque, deberemos ver su museo y el singular pueblo de Bialowieza.
Los enormes árboles del viejo bosque y las acumulaciones de vegetación densa dan cobijo a una gran biodiversidad. El parque alberga a unas 11.000 especies de flora y fauna difícil de ver en el resto del continente europeo, como 120 especies de aves de cría, 7 especies de repties, 11 especies de anfibios y 8.5000 especies de insectos.
Además, este bello parque es el último hábitat del bisonte europeo. En el pasado, los bisontes estuvieron a punto de extinguirse, preo se han reintroducido en el bosque y es el último rebaño salvaje de Europa.
El parque nacional también es el hogar de los semisalvajes ponis konik, que se están criando en un esfuerzo por evitar la extinción de los tarpanes (una raza de caballos popular en toda Europa durante la Edad Media) y de los zubrones, un cruce entre bisontes y ganado doméstico.
Asimismo, entre los 54 especies de mamíferos que viven aquí hay lobos, ciervos rojos, corzos, linces, castores, alces y jabalíes. En definitiva, un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza.
Foto vía Sobre Turismo