Venecia es una preciosa ciudad del nordeste de Italia y la capital de la región de Véneto. La ciudad está formada por 118 islas unidas por 450 puentes y dividida en 177 ríos y canales. Venecia resplandece en medio de una enorme laguna al noroeste del Adriático. Se trata de una ciudad flotante construida sobre pilares de madera enterrados en una serie de llanos de barro e islotes.
El Gran Canal, en el corazón de Venecia, se desliza en una majestuosa forma de S por su centro. A cada lado, la raída grandeza de más de 300 palacios da testimonio de los mil años de mezcla entre Europa y Bizancio, que es Venecia.
Su elegancia colectiva y su riqueza de detalles son un poderoso recordatorio de la prosperidad y la confianza de Venecia en su momento de mayor esplendor, culminando en el palacio del Dogo y la plaza San Marcos. El palacio domina Venecia en todas direcciones, como corresponde a la casa ducal y sede del gobierno durante 700 años. Un viaje en vaporetto (autobús acuático) desde San Marcos hasta Piazzale Roma y el viaje de regres son una introducción ideal a la ciudad.
Hay que reservar un paseo en góndola para explorar alguno de los 177 canales atravesados por 450 puentes que unen los seis distritos de Venecia. Además, el turista tiene que perderse por las estrechas callejuelas alejadas de las tiendas y los hoteles, en las que el único ruido que se oirá será el agua golpeando contra los paredes y la ropa tendida movida por el viento.
Durante dos semanas antes de Cuaresma, en el carnaval, la ciudad es un remolino de decadencia enmascarada, pero Venecia ofrece mucho más. La espectacular basílica de San Marcos, el palacio del Dogo, los artesanos de cristal en Murano, el Lido, Torcello, el teatro de la ópera de La Fenice y los preciosos edificios son motivos más que suficientes para visitar Venecia.
Por último, para aquellos que sean aficionados al arte, las mejores galerías están en la Accademia, la Galleria Giorgio Franchetti en el gótico Ca’ d’Oro y la colección Peggy Guggenheimm.
Foto vía Destino
