La encantadora isla de Capri se encuentra en el mar Tirreno, en el lado sur del golfo de Nápoles, frente la península Sorrentina. Se trata de uno los lugares turísticos más bellos de Italia. Esta pequeña isla se alza drásticamente desde el mar y es un revoltijo de bungavilias púrpuras, rosas y blancas, limoneros, callejuelas sinuosas y casas color pastel. Se llega tomando un transbordado o un hidrodeslizador dsede Nápoles, Sorrento, Salerno, Positano o Amalfi.
Capri era el lugar de recreo de los emperadores romanos. Augusto fundó supuestamente el primer museo paleontológico en la Villa Augustus, para exhibir los artefactos de la Edad de Piedra encontrados por sus albañiles. Tiberio se retiró aquí en el año 27 y construyó varias villas.
Hoy en día, las ciudades de Capri y Anacapri, la segunda ciudad de la isla, están repletas de turistas, pero la campiña que hay entre ellas y a su alrededor es montañosa, preciosa y mucho más tranquila.
Hay que visitar los jardines de César Augusto y admirar las impresionante vistas sobre el mar hasta las rocas Fariglioni. También se debe pasear por la Via Tiberio hasta la Villa Jovis, la mejor y más grande villa romana. En Anacapri se puede explorar la Villa de San Michele, y sus soberbios jardines, construidos por Axel Munthe, un doctor suizo, sobre las ruinas de otra villa romana.
Además, el turista debe visitar la mundialmente famosa gruta Azul, una de las muchas cuevas del rocoso litoral. La luz del sol reflejada en el fondo de arena blanca hace que el agua adquiera un increíble tono azul iridiscense.
Por otro lado, Capri es un lugar espléndido para los deportes acuáticos y el buceo así como para sentarse con un limoncello, bebida típica de la zona, a disfrutar de las vistas y la tranquilidad de un atardecer.
En definitiva, Capri cautivará al turista. Cada verano miles de visitantes llegan a esta preciosa isla para disfrutar durante su viaje por el sur de Italia.
