En las proximidades del centro urbano de Dublín, la capital de Irlanda, se pueden visitar muchos lugares de interés. No siempre son recorridos por los turistas, unas veces por falta de tiempo y otras por no conocerlos.
Así que os sugiero dedicar parte de vuestro viaje a la capital irlandesa para visitar esta zona. Por ejemplo, se puede dar un paseo por el barrio de Ballsbridge que fue construido en su mayoría entre los años 1830 y 1860. Actualmente, este barrio dublinés destaca como una zona residencial muy exclusiva y adinerada en la que muchas de sus calles llevan nombre de héroes militares.
Saliendo de Pembroke Reoad, las lujosas calles arboladas de Ragdan Road y Wellington Road exhiben su bellas construcciones de ladrillo rojo. Todo un icono del barrio.
Además, hay varias embajadas como el espléndido edificio cilíndrico de la embajada en Dublín de los Estados Unidos de Norteamérica, situada en el cruce de la calles Northumberland y Eglin, así como varios hoteles y una casa de huéspedes costosos.
Cerca de Baggot Street Bridge se levanta la bonita estatua del poeta Patrick Kavanagh, quien amaba este tramo del Gran Canal en Lower Baggote Street. Es un sitio idela para tomar la típica fotografía de recuerdo.
Por otra parte, la zona sureste de Ballsbridge, cruzando el río Dodder, se encuentra dominada por el recinto de la Royal Dublin Society, fundada en el año 1731 para potenciar la ciencia, las artes y la agricultura, e instrumento primordial en la creación de la mayoría de los museos y galerías nacionales de Irlanda.
En este sitio se organizna dos importantes acontecimientos: la feria de Primavera (Spring Show, en mayo) y el Dublin Horse Show (en agosto). Durante el resto del año se llevan a cabo convenciones, exposiciones y conciertos.
Finalmente, el estadio Lansdowne Road, sede del equipo nacional de fútbol y rugby irlandés, es otro de los sitios más conocidos de la Ballsbridge. Tras la reforma, se ha transformado en un moderno estadio con más de 50.000 asientos.
Foto vía Spin Off Travel
