La agencia de viajes Viajes Azul Marino (con oficinas en varias ciudades de España) ha preparado un viaje especial a la Laponia finlandesa de ocho días de duración que incluye una noche en un iglú de cristal desde el que se puede ver el fenómeno celeste de las auroras boreales desde la propia cama.
Cuenta la leyenda que en el cielo negro de Laponia un zorro agitó su cola contra la nieve y las chispas que salieron despedidas tiñeron de colores la noche ártica. Desde entonces los “fuegos del zorro” es como se conoce a las auroras boreales en Laponia, esa región donde todo es naturaleza y que se ha convertido en la última frontera del continente europeo.
El plan incluye una serie de actividades como paseos con raquetas de nieve, esquí de fondo, y opciones de recorridos en moto nieve o en trineos tirados por perros o por renos.
Durante el viaje, que cueta más de 2.000 euros con salidas previstas el 1 y el 8 de marzo, se podrá aprender más sobre las auroras y sobre los samis o lapones (habitantes de la región) o bien participar en la construcción de un iglú al estilo tradicional.
Las auroras boreales se producen cuando partículas repletas de energía provenientes del sol son atraídas por el campo magnético terrestre y entran en contacto con los gases de la atmósfera. Suelen ser más frecuentes e imponentes coincidiendo con los picos de actividad solar.
En el 2014, el sol se encuentra hiperactivo, algo que suele ocurrir cada once años aproximadamente, y ello significa que hay más probabilidades de poder ver uno de los espectáculos más impresionantes de la naturaleza.
En teoría, estas filigranas casi fantasmagóricas que iluminan el firmamento nocturno durante escasos minutos o varias horas con las más pintoresacas formas, tamaños, y colores, pueden verse en varias latitudes, pero se observan más y con más frecuencia cuanto más al norte, siendo por ello los lugares más propicios los más próximos a los polos, como Laponia, Groenlandia y Alaska.
Foto vía Viaje Info
