Unos cruceros medioambientales organizados por España y Portugal están dando a conocer la belleza del río Duero, considerado el Gran Cañón de Europa, a la vez que impulsan la economía local de las regiones fronterizas.
La Estación Biológica Internacional del Duero lleva a cabo este proyecto como parte de su labor de preservación del río, que nace en Soria (Castilla y León, España) y que atraviesa el norte de Portugal hasta desembocar en las ciudades de Oporto y Gaia.
Cada día los paseos parten bordo de navíos-escuela desde el lago de Sanabria, en la provincia de Zamora (España) y desde Mirada del Duero, en la región lusa de Bragança ( Portugal).
Los trayectos permiten contemplar la belleza del lugar desde el interior del río, lo que ofrece una visión única del llamado Gran Cañón de Europa, arribes de casi 200 metros de altura.
La naturaleza singular de estos cruceros del Duero ha atraído anualmente a entre 60.000 y 70.000 visitantes, lo que ha supuesto un notable impacto en la economía local. Así, proyecto ha contribuido en 2,5 millones de euros a la región.
El crucero portugués parte de la estación biológica del Parque Natural de Arribes del Duero hacia Salamanca y transporta a 120 pasajeros a través de las escarpadas pendientes del río. En el trayecto se pude ver la flaura y la fauna del río. Al final del crucero, los visitantes pueden visita en una exhibición interactiva de las aves rapaces.
Por otro lado, en el Lago de Sanabria, el paseo aborda el estudio del ecosistema acuático de la línea de agua hacia abajo. Los pasajeros viajan con el barco-escuela Helios, el primer catamarán de viento solar del planeta con cero emisiones, provisto de un laboratorio oceanográfico.
A lo largo del recorrido, biólogos-buceadores de la Estación Biológica explican en directo la geología, la fauna, la flora submarina y los yacimientos arqueológicos que van pasando.
Por último los pasajeros saborean los productos típicos de la región, como el vino de Oporto en Portugal y una cata de sidra de Sanabria en el lado español.
