El monte Etna

El monte Etna es el volcán activo más alto de Europa, con 3.323 metros, y la mayor atracción natural de Sicilia (Italia). Para los antiguos griegos, era el reino de Hefesto, el dios del fuego, y el hogar de los cíclopes, seres con un solo ojo. Actualmente es un paraíso para esquiadores en invierno, y para excursionistas todo el año. También ha sido escenario de varias etapas ciclistas del Giro de Italia.

Aunque hay ciudades apiñadas alrededor de su base, en la montaña se ha construido muy poco existen muchos respidaderos y resulta imposible predecir dónde se producirá la siguiente erupción y si expulsará gran cantidad de lava o sólo vapor y cenizas. En la actualidad, su estado natural está protegido por ley.

El monte Etna tiene varios pequeños en sus flancos que son ideales para hacer excursionismo. El ascenso al monte Gallo, en la parte oeste, conduce al Rifugio della Galverina, un refugio en el corazón de un bosque de robles, pinos, abetos y abedules que rodea a gran parte del volcán. Desde Case Pirao, en la ladera norte, asciende hasta el impresionante bosque de abetos del monte Spagnolo, deteniéndote a explorar algunas de las cuevas que salpican el complejo de Etna.

Lejos de las rutas más populares, existen caminos por la naturaleza (hay que tener cuidado pues algunos están junto a altos acantilados) en los que se tiene la oportunidad de ver lagartos, comadrejas, liebres, puercoespines, serpientes e incluso gatos monteses. Este espectacular paisaje da cobijo también a aves rapaces como halcones y águilas reales, además de búhos y aves más tímidas como las perdices.

Se llega al monte Etna por carretera o ferrocarril desde Catania. Una vez allí, ascender hasta la cima del volcán está prohibido, y si está atravesando una fase activa, las rutas más bajas quedan restringidas y los cortes pueden cambiar a diario dependiendo de la dirección del viento.

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