El Monumento a los Descubrimientos popularmente conocido como Padrão dos Descobrimentos es un monumento levantado en 1960, en la margen del río Tajo, en Belém (Lisboa, Portugal), para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante, un hito portugués.
Fue ordenado construir por el régimen dictatorial de Salazar. El monumento mide 52 metros de altura y conmemora a los marineros, patrones reales y todos los que participaron en el desarrollo de la Era de los Descubrimientos en la que Portugal fue una de las naciones más importantes. Los autores de esta obra fueron el arquitecto José Ângelo Cottinelli Telmo y el escultor Leopoldo de Almeida.
El Monumento a los Descubrimientos está en la Avenida de Brasilia. De mayo a septiembre abre todos los días desde las 10.00 a las 19.00 horas; de octubre a abril, abre des 10.00 a 18.00 horas de martes a domingo.
Este monumento tiene forma de carabela, con el escudo de Portugal en ambos flancos y la espada de la casa real de Avis sobre la puerta. Enrique de Navegante está de pie en la proa, con una carabela en la mano y, tras él, en dos filas descendientes, las figuras más destacadas de la era de los descubrimientos.
De lado podemos contemplar a Dom Manuel I sujetando una esfera armilar, al poeta Camoes con un ejemplar de su obra Os Lusíadas, al pintor Nuno Gonçalves con su paleta, así como a reputados navegantes,cartógrafos y reyes.
En el lado norte del monumento, la enorme brújula dibujada en el pavimento fue un regalo del presidente de Suráfrica en 1960. El planisferio centrl, adornado con galeones y sirenas, traza las rutas de los descubridores en los siglos XV y XVI.
Dentro del monumento, un ascensor asciende hasta el sexto piso, por donde se accede a una terraza desde la que se domina un magnífico panorama sobre el río y Belém. Los sótanos albergan exposiciones temporales no siempre relacionadas con la era de los descubrimientos.
Foto vía Sobre Portugal