Las islas Lofoten, una preciosidad noruega

Las islas Lofoten son un archipiélago situado frente a la costa norte de Noruega, en lo más alto del círculo polar ártico. Se alzan de las verdes aguas como un pared, hasta una altura de 1.000 metros, y están rodeadas de playas de arena. El paisaje es magnífico. En las cinco islas apenas viven 25.000 personas. Se puede llegar por aire o mar desde Oslo o Bergen. Las mejores condiciones para acudir a estas islas se dan de marzo a octubre.

Las principales fuentes de ingresos de los isleños provienen de la pesca, en particular, del bacalao. Conocido como sprei, el bacalao madur del Artico de Noruega, listo para desovar, llega a las Lofoten a finales de enero, migrando desde el mar de Barents. Algunas de sus hembras más largas pueden alcanzar los dos metros y sus puestas contienen unos cinco millones de huevos.

Frente a la costa de Moskenesoy, la isla más remota, se produce otro fenómeno natural. Se trata de un remolino conocido como Maelstrom, provocado por la colisión de varias corrientes rápidas. Las primeras menciones a este remolino son de hace más de 2.000 años, del explorador griego Pytheas, y desde entonces han aparecido en las cartas navales con terribles ilustraciones.

El turismo es otra fuente de ingresos de las islas, y los visitantes pueden realizar excursiones de aventura para ver el Maelstrom y otros lugares espectaculares como la impresionante cueva Ressvikhula con sus pinturas de la Edad Media, los pueblos de Flakstad y Moskenes, la catedral de Kabelvag y el museo Lofoten.

Asismimo, se puede disfruta con su fauna marina: orcas, focas, águilas pescadoras, fraileccillos y nutris. Por último, las montañas de las islas Lofoten resultan ideales para el excursionismo y la escalada, con soberbias vistas de los picos escarpados. El viaje a estas lejanas islas noruegas cautivará al turista ávido de nuevas emociones y sensaciones.

Foto vía Destinolandia

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