Desde el siglo X y las primeras incursiones magiares en esta región de Hungría, Órség ha sido un territorio fronterizo, poblado por rudos guerreros que se comprometieron a defender las fronteras de Hungría a cambio de un exención de impuestos de por vida.
Cubiertos de espesos bosques, los ondulados montes de Órség, hoy en día parque nacional, siempre han albergado en sus cumbres asentamientos de no más de diez casas. Actualmente, sobreviven 18 de ellos, la mayoría muy bien conservados, con casitas de madera de tejados salientes, que se remontan al siglo XIII. Estos caseríos, denominados szers, son todos iguales, con las cosas agrupadas en torno a un patio y los establos en el centro.
La aldea más grande es Öriszentpéter que en junio acoge la Feria de Órség, un fin de semana de música folclórica, mercados de artesanís y concursos de baile tradicional. Además, destaca la iglesia románica de San Pedro, del siglo XIII, que se conserva casi gigual que la original, con algunos fragmentos de frescos del siglo XVI.
A seis kilómetros, Szalafö es la segunda locadlidad más grande de la región. Está compuesta por seris szers, el más grande de los cuales es ahora el Museo Etnográfico al aire libre de Szalafö.
Otras localidades merecedoras de una visita son Velemér, que alberga una iglesia del siglo XIV con bonitos frescos, y Hegyhátzentjakab, donde se puede admirar su espléndida iglesia medieval.
Muy cerca, el lago Vadása es popular entre pescadores y nadadores. En el linde oeste de la región destacan dos localidades: Szentgotthard y Kormend. Ambas son buenos puntos para visitar la zona, además de poseer sus propios atractivos.
En Kormend, se halla la Mansion Batthány, un edificio barroco erigido en el siglo XVII para esta familia y de la que puede visitarse un pequeña sección. En Szentgotthard destacan los frescos del techo de la iglesia del monasterio cisterciense, pintados por Stephen Dorffmaister en 1785.
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