Si uno visita Viena debe acudir al Belvedera, una maravilla de la capital austríaca y uno de los lugares más visitados de toda Austria. Cita más que ineludible.
El príncipe Eugenio de Saboya, el general más carismático de los Habsburgo debido a su victoria sobre los turcos en 1683, encargó la construcción de los dos palacios del Belvedere (Superior e Inferior) con el dinero que recibió como recompensa a sus triunfos durante la Guerra de Sucesión española.
El pago le permitió efectuar este ambicioso proyecto arquitectónico. Los palacios, espléndidos exponentes del barroco, fueron erigidos por Luvas van Hildebrandt entre 1714 y 1723 y se convirtieron en la residencia de verano del príncipe.
Ambos palacios se pueden visitar de martes a domingo entre las 10.00 y las 18.00 horas. La entrada conjunta cuesta 9 euros, en tanto que se pagan 8 euros por el Belvedere Superior y 7 euros por el Belvedere Inferior.
El Belvedere Superior sobresale por su bella fachada que domina la amplia entrada. Las cúpulas cobrizas que cubren su techo recuerdan las tiendas turcas, una alusión simbólica a la victoria del príncipe Eugenio. También destaca la espléndida escalinata que conduce a la sala de ceremonia y la sala Terrena con una entrada barroca hermosísima. Asimismo, la sala central de este palacio se usaba para recepciones y acontecimientos de Estado. Aquí se firmó el Tratado del Estado Austríaco en 1955.
En el Belvedere Inferior está instalado actualmente el Museo Barroco Austriaco que ocupa las salas de este palacio que antiguamente se usaban como dependencia privadas por parte del príncipe. Además, hay que contemplar el Salón de los Espejos que está cubierto por grandes espejos de marcos dorados y en el cual se alza una estatua de Eugenio de Saboya.
Los dos palacios están separados por un precioso jardín de estilo francés. Cada uno de sus tres niveles representa alegorías clásicas: la parte inferior los Cuatro Elementos, la central el Parnaso y la superior el Olimpo. También entre las numerosas estatuas del jardín destacan las de la ocho musas y las de las esfinges.
Foto vía Viajes Net
