Si estás pensando en ir a Viena, espera a que llegue la primavera pues entonces la capital de Austria luce con luz propia. Viena engancha de principio a fin. Os doy cinco motivos para viajar a la preciosa Viena en la próxima primavera.
1º. Jardines y parques:
En primavera, los jardines y los parques de Viena lucen como nunca. Si tenéis suerte con el tiempo podréis hasta comer tumbados en el césped y disfrutar de una agradable trde vienesa. Se puede realizar en cualquiera de los jardines que se extienden a lo largo del centro de la capital. Encontraréis que están repletos de lugareños deseosos de tomar el sol.
2º. Los cafés de Viena:
Existen numerosos y notables cafés en la capital de Austria. Es una cita más que obligada durante el viaje. Recomiendo el Café Sperl ubicado en la Gumperdorfer Strasse 11 y el “Café Central” en la Herrengasse 14.
3º. Casco antiguo de Viena:
La capital austríaca cuenta con uno de los cascos antiguos más bonitos de Europa. Además, se puede acudir a todos sus lugares paseando y disfrutando del ambiente. El auténtico corazón de la ciudad es su catedral “Stephansdom”. San Esteban es una bella basílica que ha visto cómo pasaban los años impertérrita.
4º. El modernismo:
El modernismo tuvo gran auge en Viena. Un gran número de artistas modernistas llegaron a a esta ciudad en la primera mitad del siglo XX. Uno de ellos fue el arquitecto Otto Wagner, que proyectó la Iglesia Am Steinhof dentro del Hospital Psiquiátrico. Sobresale por ser un edificio con unas cúpulas bizantinas espléndidas, enriquecido además con unas vidrieras de Kolo Moser muy orginales.
5º. El chocolate:
Viena es un lugar ideal para los amantes de este sabroso dulce. Existen notables chocolates en las pastelerías del centro de Viena. Recomiendo degustar la “Sacher Torte”, dulce internacionalmente conocido e inventado en el hotel de ese nombre que se encuentra cerca de la Opera.
Foto vía Elebe
