El Palacio Topkapi, una maravilla turca

El palacio Topkapi se encuentra encima de un promontorio llamado cabo Seraglio, en el extremo este de la ciudad vieja de Estambul, mirando al Bósforo y al mar de Mármara. El extenso complejo palaciego cubre 70 hectáreas, y llegó a acoger a 40.000 personas. Mehmet II empezó su construcción en 1462, y el Imperio otomano gobernó desde aquí durante casi cuatrocientos años.

Hoy en día, los visitantes entran al palacio a través de la puerta Media, que lleva a la segunda corte, o corte del Diván, donde se reunía el consejo de estado, presidido por el gran visir. El sultán podía espiar las sesiones a través de una ventana enrejada.

A un lado de la corte del Diván estaba el harén, un laberinto de casi 400 apartamentos, habitaciones, salas y terrazas agrupados alrededor de dos grandes cámaras. Los aposentos de los eunucos están cerca de la entrada y están formados por pequeñas e incómodas habitaciones parecidas a las de las concubinas menores.

Los eunucos decidían cual de las concubinas debía ser presentadas al sultán, y sus favoritas se encaminaban por el «camino dorado» hasta los aposentos privados de éste. Cada una de sus cuatro esposas tenía sus propios aposentos, pero sólo la madre del sultán disfrutaba de una planta para ella sola.

La tercera corte contiene la espléndidamente decorada sala del trono; la biblioteca de Ahmet III, con su incomparable colección de manuscritos griegos y árabes; y la impresionante colección de togas que llevaban los sultanes, cubiertas con piedras preciosas y tejidas con hilo de oro y plata.

Todo esto palidece ante el esplendor del tesoro en sí: cuatro habitaciones llenas de joyas que incluyen el puñal topkapi de esmeralda, el diamante del Cucharero, que es el quinto más grande del mundo, y dos enormes esmeraldas sin tallar.

Por último, hay que ver el pabellón de Mehmet II, el pabellón de Bagdad y el palacio Dolmabahce.

Foto vía Living Viajes

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