Desde el pasado verano, un reputado grupo de arqueólogos trabajan en una excavación en el centro de Roma (Italia). Recientemente, han afirmado que han descubierto lo que podría ser el templo romano más antiguo.
A pie de la Colina Capitolina, se halla la iglesia medieval de Sant’Omobono, erigida en el siglo XVI d. C. y dedicada a San Homobono de Cremona, el patrón de los sastres.
En el exterior de la iglesia se encuentran las ruinas excavadas de altares de sacrificio y templos datados de épocas tan antiguas como el siglo VI a. C. Durante el Imperio Romano, este lugar estaba ocupado por dos templos gemelos, y se considera que la iglesia actual se sitúa justo donde se levantaba uno de ellos.
Hy en día, el río Tíber se encuentra a unos 100 metros de Sant’Omobono. Pero cuando la ciudad estaba naciendo, alrededor del siglo VII a. C., fluía cerca del lugar donde se halla la iglesia actual. Y precisamente ahí los antiguos romanos decidieron fundar un templo, que en la actualidad están excavando un grupo de arqueólogos.
El templo posiblemente estaba dedicado a la diosa romana Fortuna, la patrona de la suerte y la fertilidad. Los arqueólogos han encontrado una gran cantidad de ofrendas, como reproducciones en miniatura de vasijas, dejadas por comerciantes extranjeros.
El descubrimiento de la existencia del antiguo templo se realizó tras varios años de trabajo y requirió conocimientos técnicos sofisticados. El verano pasado el proyecto colectivo de las universidades de Míchigan y Roma se puso en marcha.
La excavación fue bastante difícil a causa de que el templo está situado por debajo del nivel freático. Hoy en día, se está excavando en la parter inerior, cerca de unos dos metros debajo del nivel del agua.
El equipo usó maquinaria de construcción para perforar un agujero rectangular de 4,5 metros de profundidad. Incluso los arqueólogos tuvieron que superar la claustrofobia para poder pasar casi ocho horas al día en el fondo de la zanja.
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