San Gimignano, un precioso rincón italiano

La asombrosa y preciosa ciudad amurallada de San Gimignano delle Belle Torri se encuentra al noroeste de Siena y al sudoeste de Florencia. Está situada en la cima de una colina al sur de la Toscana y posee uno de los perfiles áereos más conocidos de Italia. El centro histórico de San Gimignano fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Se encuentra entre campos de maíz, olivares y viñedos en el verde Val d’Elsa, las 14 torres que se conservan (en el pasado hubo 72) simbolizan la prosperidad de las familias medievales de la ciudad. Este lugar toma su nombre del obispo del Módena, del que se dice que repelió a Atila y sus hunos.

Pasear por San Gimignano en una abrasadora tarde de julio, cuando los postigos están cerrados mientras la gente duerme la siesta, es una experiencia extraordinaria. La torre más alta , que alcanza los 54 metros y es la única al que se puede subir, es la torre Grossa, desde la que se tienen espectaculares vistas panorámicas.

Además, el bonito Palazzo del Popolo contiene una encantador patio con frescos en las paredes, y en el museo del piso superior podrás disfrutar de los frescos con escenas de boda de Memmo di Filipuccio.

También sobresale la iglesia de Sant’Agostino contiene una preciosa serie de frescos de Benozzo Gozzoli que muestran la vida del santo, además del latar de Pollaiulo. Asimismo, hay que visitar la Collegiata (la antigua catedral), el Palazzo de Podestà, el museo del vino y el museo arqueológico.

Por último, recomiendo perderse por la cercana ciudad de Rocca, la vieja fortaleza en ruinas, y recorre el valle hasta el Balze, un profundo barroco en el que, desde la Edad Media, han caído a las profundidades iglesias y otros edificios.

En definitiva, si estás en Florencia y Siena, no debes perder la ocasión de visitar San Gimignano. Puedes llegar fácilmente por carretera.

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