La garganta de Samaria

La garganta de Samaria está en uno de los parques nacionales de Grecia, el único situado en Creta. Ubicada en las montañas blancas del oeste de Creta, la garganta tiene 16 kilómetros de longitud, empezando en Omalos a 1.250 metros de altura y descendiento hasta el nivel del mar, en el pueblo de Agia Roumeli.

La excursión por la garganta de Samaria puede llevar desde cuatro a siete horas, y es preferible iniciarla a primera hora de la mañana para evitar el máximo calor del mediodía, además de las aglomeraciones.

Se llega en autobús desde Chania a Omalos. La mejor época para ir  a la garganta de Samaria es al final de la primavera. Hay guardas para ayudar a los excursionistas y asegurarse de que no corren peligro. Hay que pagar entrada para visitar esta belleza natural.

El primer tramo es un pronunciado descenso de 1.000 metros que sigue a un camino complicado llamado «las escaleras de madera». Esta es la parte más díficil de la ruta, y a partir de ahí la bajada es más suave. El camino sigue al lecho del río, por lo que el parque sólo abre a partir de final de primavera, cuando el río quea seco.

La vegetación está en su mejor momento en primavera, cuando surge un manto de flores silvestres, y el aroma del tomillo de montaña y el orégano llena el ambiente. Esta es una de las últimas zonas en las que habitan las raras cabras salvajes conocidas como kri-kri, y los excursionistas de tanto en tanto atisban alguna.

 A mitad de la garganta está el pueblo abandonado de Samaria, ahora lugar de descanso para excursionistas cansados, y hacia el final de la garganta las pareds de la roca se estrechan hasta una abertura de tres metros, conocida como las Puertas de Hierro, que se elevan drásticamente a cada lado hasta unos 650 metros de altura. Durante miles de años, incluso hasta la Segunda Guerra Mundial, éste fue el último refugio de los cretenses en su huida y defensa de los invasores.

Foto vía Sobre Turismo

 

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