Las proximidades de París, capital de Francia, cuenta con auténticas sorpresas. Una vez se haya visitado la mayor parte de París se debería acudir a varios lugares sensacionales cercanos. Entre ellos, sobresale el Chateau de Malmaison. Este magnífico castillo se encuentra a unos 20 kilómetros al oeste de París en la ciudad de Rueil-Malmaison.
El Chateau de Malmaison fue la residencia del cardenal Richelieu durante el siglo XVII. En la actualidad, es más conocida a causa de su relación con Napoleón Bonaparte. Además, se convirtió en la vivienda favorita de la emperatriz Josefina por su belleza y su singularidad.
Adquirida por Josefina para su retiro lejos de la formalidad de las residencias napoleónicas de Les Tulleries y Fontainebleau, continúa teniendo un bello entorno rústico. Mientras Josefina amaba esta mansión campestre, Napoleón Bonaparte criticaba duramente su entrada principal al calificarla como digna solamente para sirvientes. De esta manera, en su lugar mandó construir un singular y precioso puente levadizo.
Las salas más bonitas son la biblioteca abovedada, con unos sobresalientes frescos; la sala de campaña, con un bello baldaquí, y el soleado salón de Música, donde cuelgan los cuadros predilectos de la emperatriz Josefina. El sencillo dormitorio de Napoleón, con su dosel amarillo, contrasta con la habitación donde murió Josefina, una magnífica estancia elegantemente engalanada de rojo. Muchas habitaciones dan a los jardines y a la preciosa rosaleda cultivada por Josefina después de su divorcio de Napoleón.
En el Chateau de Malmaison abundan los recordatorios de todo tipo , desde las águilas imperiales hasta el meláncolico retrato de Napoleón obra del pintor David, o el cuadro de Josefina lánguidamente reclinada, obra del artista Gérard. El castillo de Bois Préau, en medio de los bosques, acoge un museo dedicado al exilio y la muerte de Napoleón. Hoy en día, se puede visitar el Chateau de Malmaison como un Museo Nacional Napoleónico.
Foto vía Je Decourve La France
