La región de Spis se suele considerar la parte más bella de Eslovaquia, y a Levoca, una de las ciudades amuralladas más bonitas del país centroeuropeo. Levoca es también conocida como «la joya de la corona de Spis». Una localidad que uno debe visitar si viaja por Eslovaquia. Se puede llegar en tren o por carretera desde Kosice, o en tren o carretera desde la preciosa Bratislava.
Datada del siglo XIII, Levoca disfrutó de varios siglos de gran prosperidad gracias a su ubicación clave en diversas rutas comerciales y a una intelignte ley local que obligaba a los comerciantes a quedarse en Levoca hasta que hubieran vendido todos sus productos.
La riqueza de edificios del Renacimiento que posee la ciudad es básicamente el fruto de un concienzudo trabajo de construcción que se realizó después de un gran incendio que destruyó muchos de sus edificios en 1550.
No obstante, uno de los que sobrevivió al fuego es la magnífica iglesia de San Jacobo del siglo XIV, en la que se encuentra el altar de madera más alto del mundo (con más de 18,5 metros), que talló a mano durante diez años el gran tallador y escultor Majster Pavol, en honor del cual se bautizó la espléndida plaza medieval de Levoca.
Otros edificios destacados son el ayuntamiento, la casa comercial, el teatro y más de setenta casas burguesas, mayoritariamente de los siglos XIV y XV, de la plaza principal.
Con sus murallas medievales, su preciosa colección de edificios antiguos bien conservados, su atractivo entorno e interesante historia, Levoca, motivo de orgullo del pueblo eslovaco durante mucho tiempo, ha empezado a atraer en las últimas décadas a un número creciente de admiradores de muchos de otros países.
Aprovechando la visita a esta región eslovaca, hay que ver el castillo más grande de Europa en Spisské Podhradie, la catedral, y las casas góticas de Spisské Kapituala, y los murales de la iglesia de Zehra. Por último, se puede pasar un día practicando el senderismo por el cercano parque nacional de Slovensky Raj.
Foto vía Planet Ware
