En los próximos años, los turistas que visiten la Capilla Sixtina (Ciudad del Vaticano) serán limpiados, desempolvados y enfriados con la finalidad proteger los frescos pintados por Miguel Angel y que corren un grave peligro de conservación.
El creciente aumento de turistas en la Capilla Sixtina, que llegan a los cinco millones cada año, con picos de hasta 300.000 al día, están provocando series daños en los frescos de la Capilla ya que van cargados de polvo y su presencia altera la temperatura de la estancia.
Por ello, el Vaticano va a instalar en las próximas semanas en la entrada de la Capilla Sixtina unas alfombras especiales para limpiar los zapatos a los turistas y unos potentes aspiradores que absorban las partículas de polvo de la ropa de los visitantes. Asimismo, los turistas deberán pasar por una sala la cual se les reducirá el nivel de humedad y la temperatura corporal
El número de turistas que llegan al Vaticano para vistiar la Capilla Sixtina se ha duplicado en las dos últimas décadas. A causa de ello, la Santa Sede busca proteger su patrimonio sin necesidad de prohibir la entrada a los turistas llegados de todo el mundo.
Por otro lado, se renovará la iluminación, se abrirá una flamante fototeca con más de un millón de imágenes y se creará una Capilla Sixtina virtual con proyecciones a enorme tamaño de los frescos de Miguel Ángel.
En los últimos tiempos ya se han realizado varias renovaciones en los Museos Vaticanos con la finalidad de acercarlos al público y al mismo tiempo protegerlos. De este modo, se han puesto en marcha nuevos itinerarios, se han abierto al público las visitas nocturnas, se han colocado subtítulos junto a las obras y se ha ampliado las lenguas disponibles en las audioguías.
Foto vía El Pais