Los Museos Vaticanos presentan sus flamantes novedades

Los Museos Vaticanos (ubicados en la Ciudad del Vaticano, al lado de Roma, Italia)  disponen  de una nueva instalación. Se trata del pabellón de carrozas que ha sido remozado con nuevos hitos como  el Fiat 1107 Nuova Campagnola en el cual Juan Pablo II sufrió el atentado el 13 de mayo de 1981. Esta nueva instalación se presentóp aprovechando  el 34º  aniversario de la elección del papa Wojtyla.

El núcleo principal de los fondos históricos expuestos en  el museo  es la espléndida berlina de gran gala, encargada en 1826 por el papa León XII y remozada por el papa Gregorio XVI, en 1841.

Todas estas carrozas suponen un singular testimonio histórico de la movilidad pontificia, que tuvo una brusca parada con la conquista de Roma el 20 de septembre de 1870 y su anexión a Italia. De 1870 a 1929, año en que se firmaron los pactos lateranenses, los papas no salieron jamás del Vaticano.

La primera ocasión que un papa se trasladó para tomar posesión del solio pontificio en carroza tuvo lugar el 24 de noviembre de 1801. Con anterioridad,  llegaban cabalgando en una mula o en litera.

Después de  la firma de los pactos lateranenses (11 febrero 1929),  las principales empresas fabricantes de coches internacionales luchaban para regalar  al papa sus mejores automóviles como el  Fiat 525, el Isotta Fraschini 8, el Graham Paige 837, el Citroën Lictoria Sex o el primer Mercedes.  Además, tras el Jubileo de 1975, llegó el primer «papamóvil», el todoterreno blanco usado por el pontífice para los breves itinerarios entre la multitud.

Entre las nuevas adquisiciones, sobresalen  un Maggiolino, regalado en el año 2004 a Juan Pablo II por el presidente de Volkswagen México, ultimo de una serie limitada de tres mil ejemplares, tras la que  la cadena de montaje de los famosos «escarabajos» alemanes  fue cerrada.

Por último, el visiatnte podrá ver  el volante del Formula 1 Ferrari 2003 de Michael Schumacher, donado a Benedicto XVI por el presidente de la Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, con la siguiente dedicatoria: «El volante del F1 Campeón del Mundo a Su Santidad Benedicto XVI, piloto de la cristiandad».

Foto vía L’Osservatore Romano

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